Me asomo...

Me asomo al patio con frecuencia. Siempre me sorprenden los bellos ojos de Enheduanna que me miran fijamente, impávidos, escrutantes, pero hago caso omiso y busco si se ha colgado algo, si hay ropa tendida o me encuentro nuevas, desconocidas manos. Presto atención a los consejos de libros o de música y no dejo de observar si alguien ha dejado un sentimiento escrito en este pequeño espacio que recorre con paciencia mi mirada. Cuando no hay cambios acudo a la voz de Nessun que amable nos espera en la sala. Allí nunca estoy solo. Entro, saludo, y converso hasta que la noche se adentra y, a mi pesar, nos separa.

Caliban_Sh